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domingo, 24 de marzo de 2013

3) Una mujer... una obra

Pero, antes de empezar, un momento de reflexión. Nos ubicamos en el ambiente de Madre Alberta, y viajamos al pasado...

El Obispo que había en Mallorca, el Obispo Salvá, mandó que dos hombres visitaran a Alberta Giménez, y le ofrecieran hacerse cargo de la Dirección de un Colegio decaído que había en la calle “La Pureza”, era el 2 de marzo de 1870.

Alberta, en aquel entonces viuda de Civera, aceptó una propuesta que aparentemente no prometía mucho, pero viniendo del Obispo, ella entendió que era Dios quien se lo pedía. Por eso, propuso a sus padres que se mudasen a una casa cerca de esa calle y así, los abuelos se podrían hacer cargo de su hijo y ella le vería todos los días.

El 23 de abril de ese mismo año, Dña. Alberta entraba por las puertas de ese viejo caserón, dispuesta a hacer resurgir un colegio y crear un sueño: la educación de la mujer en Mallorca y fuera de la isla.
Esto era el comienzo de una larga historia…

Una mujer...una obra...directora de la Pureza

Dirección: Alberta Giménez Adrover
Ciudad: Palma de Mallorca
Fecha: 23 de abril de 1870
Intérpretes: Obispo Salvá
                   Dña Alberta, viuda de Civera
                   Alcalde de Palma: Sr. Moragues
                   D. Tomás Rullán
Guión: Dios, el Señor
Pasó el tiempo y Alberta Giménez fue haciendo posible que el Colegio tuviera fama, tanto por la buena educación que recibían las alumnas como por el ambiente familiar y acogedor que se respiraba.
Por entonces, el Gobierno vio la necesidad de crear una Escuela Normal (Escuela de Magisterio) para mujeres en Mallorca pues, hasta ese momento, las mujeres no tenían posibilidad de estudiar en la isla, debían trasladarse a Barcelona. Dada la fama que había alcanzado el Colegio de la Pureza, esa primera Escuela de Magisterio de Mallorca se confió también a Alberta Giménez.
Era el año 1872. El sueño de la Madre iba creciendo. Ya no sólo educaría niñas sino que enseñaría a las futuras educadoras cómo enseñar.

Las Maestras que trabajaban con ella estaban encantadas. Unas cuantas escuchaban las inquietudes de Dña. Alberta. Ella sentía que, si el Señor le había pedido lo que más quería, su marido y tres de sus hijos, sería porque le iba a dar otra familia. Quizás el Señor le estaba pidiendo ser religiosa… Así, se consagró a Dios ella y unas cuantas maestras más.
¿Quieres conocer lo que hoy es aquella Escuela Normal? Consulta esta página:
http://www.cesag.org
Vamos terminando la primera parte de nuestra actividad... Ahora pásate a la entrada de 4) Peregrinaje para saber cuál es tu grupo y qué tienes que hacer.

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